jueves, 10 de diciembre de 2015

Supervivientes

Artículo publicado en CTXT: http://ctxt.es/es/20151209/Deportes/3311/F%C3%BAtbol-biequipisimo-equipos-peque%C3%B1os-liga-espa%C3%B1ola-La-Colchoner%C3%ADa.htm


De vez en cuando me aventuro a salir de Madrid. A hacer una tournée por provincias, como decían antes los comediantes o las folclóricas. Así, con ínfulas de pionero me planto en cualquier rincón de este país nuestro y disfruto de los paisajes, de las gentes y del comer bien, que es principalmente a lo que va uno, no nos engañemos. Encuentra uno tiempo, entre digestión y digestión, para pasear despreocupadamente por las calles y no deja de sorprenderse de la cantidad de suvenires futbolísticos que habitan en los escaparates de colmados, mercerías y pequeño comercio en general. Eso sí, siempre con el factor común de ser productos oficiales –o casi– de Zipi y de Zape. Plumieres, ceniceros, carpetas, albornoces y batamantas en blanco o en azul y grana gozan de un espacio preponderante entre el género a expender. Una vez vi incluso un despertador, lo que me produjo una muy lógica turbación al pensar en las consecuencias que para el frágil equilibrio espacio-temporal del universo tuviera que un ciudadano se levantara de la cama cada mañana tras sonar un despertador tatuado con un escudo en forma de despertador. Apresuré el paso, despavorido, no fuera a caerme encima un trozo de satélite sacado de órbita por tal atrocidad. 

Uno, que es muy de tocar las narices y más cuando está fuera de casa y no le conocen tanto, en muchas ocasiones accede al establecimiento y pregunta por la disponibilidad de productos –merchandising me parece una palabra terrible, digna de bautizar a un síndrome– del Atleti. Es que eso no vende, suelen contestar mirando por encima de las gafas los tenderos. Como mucho se ofrecen a pedir el artículo en cuestión por encargo, sin duda a algún distribuidor lo suficientemente bohemio para representar mercancías sin mercado. Normalmente, comienzo en ese punto un sentido alegato destinado a hacer ver que a lo mejor no se vende porque no se oferta. Me enciendo y censuro el cerril bipartidismo al que se condena a las futuras generaciones locales por no ofrecer otras alternativas que las fáciles. En una ocasión, mientras andaba yo argumentando contra el duopolio a voz en grito, la amable dueña de una tienda en una localidad que no viene al caso se adentró en la trastienda y depositó frente a mí, con la misma veneración con la que se traslada una reliquia, unas zapatillas de estar por casa bordadas con el escudo del equipo de la provincia sobre las que descansaba un manto de polvo antiguo, casi primigenio. Tampoco se vendían a pesar de la cercanía, del tirón de la tierra. La mayoría de los encargados de los comercios encogen los hombros y, desganadamente, dirigen sus miradas hacia los periódicos deportivos o el televisor que descansa en una repisa. No les quito un ápice de razón a la hora de señalar a los culpables. 



La prensa deportiva convencional, siempre con el mantra del no vender entre los dientes, se ha transmutado en un Nodo moderno desde el que ensalzar tabletas de abdominales o edulcorar fraudes fiscales. Los últimos peinados y los chantajes por un quítame allá esos vídeos se han convertido, debidamente maquillados, en los nuevos pantanos inaugurados. Victorias elevadas a gestas y derrotas que ningunean al contrario, no vayan a distraerse de la hercúlea tarea de diseccionar las miserias de los de siempre. Más allá de la estricta dieta que cada uno se autoimponga con respecto al aparato mediático que diariamente transforma retazos de palabras sueltas en noticias a triple columna, cierto es que algo de responsabilidad también recae en los dirigentes del resto de equipos. Famélicos pero contentos recogen las migajas del reparto televisivo que perpetúa el régimen establecido. Mención especial merecen los prescritos próceres de nuestro Atleti, jugando a una desvergonzada suerte de escondite inglés donde no es una opción ser pillado en movimiento, por lo que pudieran hablar de ellos y del ejército de esqueletos que pueblan sus armarios. Se preguntarán ustedes por el orden de llegada entre huevo o gallina en el asunto informativo: ¿Se habla de ellos porque son los que venden o venden porque solamente se habla de ellos? Si son ustedes –lo  dudo– de los que creen con la primera parte de la pregunta, ahí les lanzo otra, ¿de verdad interesa a alguien este titular –abro comillas, aquí no hay una pizca de inventiva– "Bale deja los Lamborghinis porque cree que le lesionan"? No hay edredón conseguido a base de cartilla de cupones que tape esta realidad.   

A veces, pocas, la verdad, durante esos paseos por las tripas de nuestras ciudades de los que antes les hablaba, uno encuentra alguna joya. Una flor nacida entre el estiércol del pensamiento único bidireccional. Alguien como Antonio, que dedica un estante entero del escaparate de su estanco a productos del Atleti pero se niega a exhibir los de otros equipos bajo la firme creencia de que matan más rápidamente que fumar dos paquetes diarios. Lugares de celebración de la disidencia en las que ustedes y yo, acostumbrados a vivir en multitudinaria minoría, nos sentimos como en casa. En esos oasis rojos y blancos se alimenta un sentimiento que por estar geográficamente más lejos del Calderón no es menos intenso. Ciudadelas en los que los periódicos deportivos se empiezan a leer a partir de la página diez, reductos en los que no se da crédito a tanto interesado rumor sobre supuestas ventas de jugadores colchoneros. Como decía antes no son muchas, pero son las mejores.


Cuando salgo de Madrid acostumbro también a dejarme caer por los parques de los lugares que visito. No es raro encontrar en ellos a grupos de chavales corriendo tras un balón. En los últimos tiempos, por obra y gracia de los triunfos de la era cholista, cada vez es más frecuente ver a uno o dos niños, a veces incluso más, que portan la sagrada zamarra atlética. Siempre que eso ocurre me acerco a ellos para brindarles una palabra de aliento. Para animarles a seguir resistiendo frente a los que toman el camino fácil con la paupérrima excusa de lo que vende. Si puedo saludo efusivamente a los padres o madres que curiosos, o quizás precavidos, se acercan para vigilar la escena de cerca y les felicito por la exquisita educación que están brindando a su hijo. De vuelta a casa, con el baúl de folclórica en gira lleno de sabores, olores y experiencias de otras tierras, tengo la sensación de que esos niños, ese Antonio, el del estanco, son héroes. Supervivientes. Nadadores contra corriente que afrontarán las pruebas que la vida les ponga enfrente de mejor manera que otros. Aunque solo sea por el hecho de tener tan claro lo que querían que no les importara esperar pacientemente a que llegara tras encargarlo. 

9 comentarios:

  1. Pues hoy no estoy (del todo) de acuerdo. Si me permite, el “esos niños, ese Antonio, el del estanco, son héroes” no es correcto. Héroes probablemente hubieran sido hace 10/15 años. Hoy en día, a pesar del ninguneo periodístico que intentan hacernos y que nos está haciendo crecer en simpatizantes (hastiados de ver siempre lo mismo), esos niños (o ese Antonio) son de un Atlético grandioso. Exhiben orgullosos nuestras Sagrados Colores. Y lo hacen por Madrid (muy equilibrado) y por toda España. Antes en Roquetas de Mar (Almería) o Potes (Cantabria) no había muchos atléticos. Hoy los hay. No son mayoría, obviamente, pero ya son la mayoría minoritaria. Y no pidamos cantidad, quedémonos con lo que tenemos: calidad.
    Un abrazo y muchas gracias.

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  2. Pues mire que lo siento, pero debo disentir. Siempre hubo una tendencia mediática a hablar más del molesto vecino y del adalid transmesetario que pretende ser més de lo que es, pero de esas "preferencias" y ese más profundo tratamiento con los que crecimos al circo actual hay un trecho. Yo creo que ahora es cuando más encarnizado es el bombardeo mediático, y la clave puede ser el salto a la pequeña pantalla de un tipo de información deportiva totalmente distinta de la que prensa escrita y radio habían ofrecido hasta hace poco. Ese estilo de información deportiva con aroma a prensa amarillenta del corazón ha empapado totalmente los editoriales y las opiniones de todos los medios. El "y tú más" constante alimenta el bipartidismo militante, el periodismo de camiseta, los vídeos de ese señor tan irritante que es amigo de uno que se viste de torero, y las tertulias de vena de cuello hinchado.

    Pedir que no se consuma es necesario, pero no es sencillo. La carga subliminal constante puede hacer mella en los más débiles. En lo que sí coincido es en que los que quedan una vez pasados los filtros debidos, no serán muchos, pero son los mejores. Atleti Calidade, vamos.


    Un abrazo.

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  3. Es que considero que ese “bombardeo mediático” del que habla les está produciendo, a nivel social, más daño que beneficio. Y el seguidor de toda la vida de ambo$ imperio$ está harto, ya que ven cómo sus clube$ orientan todo hacia el extranjero. Si el Atlético encadenara otro lustro como el anterior estaría cerca de ello$ en España. Otro tema es en Japón, China o Kuwait.
    A nivel económico sí se nos perjudica mucho. Florentino Pérez ha conseguido que sea mucho más importante el individuo que el colectivo. A un patrocinador le interesa más que un equipo esté constantemente en televisión (Promociones Publicitarios madri$ y bar$a, S.A.), a que gane títulos. Fíjese, que les es cien veces más rentable el inútil de Sergio Ramos que Diego Godín.
    Abrazo.

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  4. Sí, pero el bombardeo se tolera aunque no se aliente desde sectores más moderados. En cuanto rascas, sale ese punto de soberbia presente siempre aunque oculto a veces...

    Lo del Ser superior es encomiable: nadie ha hecho por el antimadridismo lo que él..

    Abrazos

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  5. Qué me ha gustado esta publicación.
    Respecto a lo de los productos de equipos, pili y mili tienen copado el mercado, pero haberlos háilos. Tengo pendiente en mi blog una entrada haciendo inventario de todas "mis mierdas del Atleti". La mayor alegría me la llevé en Segovia, cuando vi unas zapatillas de estar en casa con el escudo. Con esto pasa como con los aficionados del Atleti en general, hay más de los que parece, pero estamos muy desperdigados, y nos perjudica esta particular 'ley d'Hont' en forma de marginación en venta de productos etc.
    Además, me he sentido identificado con lo de alentar a los "niños del Atleti". Y he de decir que aunque ahora probablemente sea más común, nunca ha sido especialmente raro (y hablo del sur) el encontrarse en una pachanga con un pantalón corto del Atleti por allá, una chaqueta de chándal por acá, o cruzar una mirada de complicidad al ver una camiseta rojiblanca por cualquier calle o pasillo de centro educativo. Seguro que, por ejemplo, la gran cantidad de aficionados del Barca actuales tiene que ver con el apogeo de la era Cruyff, así que bienvenido sea el cholismo también para reclutar a más colchoneros. El tiempo dirá si son de fiar, como nosotros, o no. Felicidades por su blog, al que sigo hace años aunque hace tiempo no tenía nada útil que comentar.

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  6. Me encanta lo de no de la utilidad de los comentarios, jajaja..Todo tiene su parte útil menos Fabiano Eller.

    Gracias por seguir el blog sin hacer caso de las recomendaciones de la OMS

    Saludos

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  7. La tendencia, D. Emilio, está cambiando al calor de los éxitos cholianos (y faraonianos, que de bien nacido es ser agradecido), pero sigue siendo un auténtico oásis encontrar productos atléticos fuera de Madrid. Y no le quiero decir nada en la Cataluña profunda donde no existe nada fuera de la farsa. Y cuando digo nada es nada.0. Cap de problem. Y de vergonya (o como se diga).
    Y si eso lo trasladamos a nuestra caja tonta (mas tonta que nunca) pues tenemos que las "audiencias" marcan el interés de la empresa. Ojalá no tengan otro remedio que tener que televisar al Atlético en otra final europea y que se tengan que tragar su triunfo.
    Pero bueno, sigamos por este camino que, de momento, vamos bien.

    Buenos días.

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  8. Sigamos sin hacer ruido, Don Carlos, y dejemos que ladren mientras nosotros cabalgamos. Lo mismo este año las dos liebres de siempre se atascan de nuevo discutiendo sobre si el Atleti es galgo o podenco hasta que sea demasiado tarde.

    PSV, bien....

    Buenas tardes

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  9. Tengo un recuerdo imborrable de Agosto de 2010 en Rosas ( Gerona.)
    Todo su paseo marítimo plagado de negritos manteros con las camisetas del duopolio, y mi chaval y yo buscando una de Falcao.
    No la tenían, ni los más de cincuenta ni las tiendas deportivas.
    A todos les decíamos lo mismo. Estamos hablando del mejor delantero del mundo, del que jugará el 30 en Monaco contra el Chelsea...
    Después de aquel soberano baño, de restregarles a Falcao y al Atleti a aquellos vendedorcillos, hace dos o tres años que todos los manteros de la costa tienen nuestras camisetas.
    El cholo, sus hombres y su categoría lo hicieron posible.
    Hay que seguir incordiando a los dos de siempre.

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