lunes, 25 de junio de 2012

Eslovaco, a mi pesar...


Pues no, suizo no creo que sea. No soy puntual como los relojes de aquellos lares y no me va eso de la neutralidad. Pudiera ser que fuera andorrano, por lo de estar en minoría de manera acostumbrada y por lo de comprar tabaco al por mayor o tal vez azerbaiyano si supiera qué leches es lo que distingue a los que se refugian debajo de ese gentilicio. Nada, lo tengo decidido…Me parece que soy eslovaco. Sí, sí. Eslovaco de pura cepa. Tiene fuerza

– ¿Usted de dónde es?

– Yo, de Villarejo de Salvanés.

– Pues déjeme pasar, hombre, que yo soy eslovaco y seguro que tengo más prisa.

– Pase, pase, ¡cómo no!

Una vez decidida la procedencia, que suele ser lo más engorroso, procedo a explicarles el por qué de mi adopción por esa república tan centroeuropea. Uno ha decidido exiliarse, aunque sea de esta manera tan arbitraria, porque no reconoce a los que tiene alrededor, al resto de compatriotas. No crean que eso sucede solo por el hecho de que la españolidad sea una salsa poco ligada por tantos ingredientes como realidades nacionales la componen, no. Me pasa también, a lo de no reconocer a mis iguales me refiero, en otros aspectos de la vida. Con el Atleti, sin ir más lejos. Más de una vez uno se ha sentido de un eslovaco que asustaba cuando veía a parte de la grada del Calderón postrada de hinojos ante las carreras sin rumbo ni tino que Reyes perpetraba antes de que nos dejara dejando tanta gloria como llevó.



Mi actual estado de extranjería proviene de la perplejidad que provoca la falta de debate, el pensamiento único, la sumisión que la masa muestra en todo lo que rodea a la selección. Vaya por delante que uno quiere que la selección gane como el que más, que lo de ser eslovaco de nueva adopción no pesa tanto como los años que uno lleva siendo español. Aún así, ese deseo de triunfo, esa cercanía vecinal no anula la capacidad de detectar preocupantes señales en el equipo y en su noble alineador. Si uno se acerca al bar de la esquina, es mirado con la prevención con la que se recibiría a un extraterrestre solo por el hecho de discutir el tema del doble pivote. Da igual que pidan ustedes una Mahou con acento de castellano viejo, si discute usted eso o lo de que en los equipos es necesario un nueve, inmediatamente será catalogado por la parroquia de la misma manera que un venusiano. No osen ustedes perorar sobre que, salvo el partido contra Irlanda, el resto de partidos han sido unos tostones infumables so pena de que la mayoría del pueblo le retire la palabra y hasta Remigio, el de la furgoneta del pan, decida no pasar por la puerta de su casa por apóstata. No se atrevan a discernir que una cosa es tiki-taka y otra muy distinta marear el balón sin objetivo claro. Cualquier día nos pegan una bofetada (a un extranjero queda feo darle con el puño cerrado) por decir en voz alta que los resultados llegan como consecuencia del enorme talento individual del grupo pese a cómo se está administrando el mismo.

Por eso, antes de ver cómo la turba enfurecida pide justicia horcas y antorchas en mano, uno se quita del medio y se hace eslovaco, aunque sea con pesar. Seguro que desde la posesión de ese pasaporte nuevecito y con olor a imprenta, uno puede opinar sin miedo sobre el daño que esos diez metros de adelanto en la posición de Xavi hacen al juego o sobre si no parece significativo que todos los rivales dejen la banda derecha de nuestro ataque desguarnecida ante el despliegue de fútbol total de nuestro carrilero diestro. Todos lo que oigan estas opiniones nos dejarán por imposibles. “Pobrecitos, estos eslovacos no saben nada de fútbol” y hasta lo mismo nos invitan a una ración de queso curado para que sepamos lo que es bueno. Ya les contaré cómo me va la vida de eslovaco, pero ahora tengo que dejarles, que desde que uno es eslovaco, tiene más prisa….

11 comentarios:

  1. Nunca desearé, D. Emilio, el mal a nuestra selección. Nunca, por mucho que quieran apropiársela aquellos que, con la bandera de las rendiciones, también dicen que el suyo es el equipo de España.
    Pero a veces, oiga, se hace difícil no soltar un exabrupto y mandar al carajo a tanto ignorante. Me duele, porque yo he celebrado y he sufrido con la selección, estuviese quien estuviera, pero hoy en dia, con el periodismo forofo y de tan bajo nivel, el aficionado ha bajado la elegancia y la crítica en cuanto se mira la procedencia del seleccionado.
    A mi no me duelen prendas en reconocer a Casillas como el mejor portero de España y aún diría mas allá. Pero tengo que tragar que por mi condición atlética (muy atlética, añado), no soporto a Arbeloa porque es del otro equipo grande de la capital y no porque es nocivo para el juego de España.
    Y qué decir del mejor alineador de España. Pues eso, que le libra del "fracaso turco" que tiene a la mejor generación de futbolistas de la historia. Y una enorme flor en las posaderas. Eso lo reconoce hasta mi santa, que despotrica contra DB, que ríase usted de cualquier forofo. Aunque ella por un motivo lévemente distinto al mio. Y es que piensa que DB quiere jugar como el equipo grande ese que está en una esquinita por ahí arriba (juego en su versión rácana, claro) y yo simplemente creo que DB es un cagón.
    En fin, al menos esto nos entretiene la canícula. Me gutó Italia, por cierto. Y no tiene ciervos en su equipo...

    Buenos dias.

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    1. Empezando por el final, muy bien Italia. Daba la sensación de que llegar a los penaltys le supondría un castigo como tantas otras veces le premió a pesar de su racanería. Se hizo justicia.

      Lo que comenta usted es la nueva manera de pensar (copiada por cierto de alguno que yo me sé: "los que no están conmigo no son del equipo"). No puede haber debate, que nadie hable si no va a ser bien. es por ello que no queda otra salida que el hacerse eslovaco o albanés radical, aunque solo sea para llevar la contraria, que es algo que nos gusta...

      Buenas tardes...

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  2. Lo veraderamente triste es escuchar al marqués quejarse de que critican su ¿juego? y al adláter bigoleador el sábado y calientatobillos habitual decir que el estilo no se negocia, ¿que estilo, capullo? ¿Ese que nos hizo grandes, donde casualmente tu no jugabas, o este otro rácano y aburrido hasta decir basta?
    Al de las patillacas le dieron ostias hasta en el cielo de la boca y el se limitó a devolverlas y a no comulgar con esta gentuza, y a jugar al fútbol.
    No se da cuenta el señor de los bigotes de que con este ¿estilo? aproxima su juego al del rival. El otro dia tiramos tres veces a puerta, cuando hace cuatro años tirabamos treinta de media, si llevas un partido siempre con 0-0 o 1-0, estas mas cerca del tropiezo que si lo dominas dos o tres cero.
    Y lo peor de todo es esa sensación (con perdón) de desaprovechar unos futbolistas y unas capacidades que no sabemos si volveremos a tener, porque para jugar asi podía haber dejado en casa descansando a Mata, Llorente, Torres, Cazorla, Pedro... y haber llevado otros tres medios centro defensivos y Fernando Hierro de llegador, asi tendremos siempre el partido controlado, como le gusta decir al señor marqués.
    Como mola desahogarse los lunes! Gracias por el espacio
    Siempre admirador suyo

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    1. No se le puede discutir al noble su capacidad para extraer de los partidos cualquier atisbo de emoción, para bien y para mal. Para bien porque en partidos como el del sábado no se ve peligrar el resultado en casi ningún momento, para mal, porque ha conseguido que el populacho se siente delante del fútbol como si vieran España directo, se puede uno levantar sin problema y no se ha perdido demasiado.

      Les apostaría duros contra pesetas a que hay muchos que el miércoles se van al cine, estando el cine como está...

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  3. Debe ser que mi barrio está en las afueras de Bratislava y yo no me había enterado, porque ya me he encontrado a muchos eslovacos que opinan lo mismo que usted expone en su escrito. Hubo alguno incluso que se quedó dormido viendo el duro ejercicio afutbolístico que se marcaron los nuestros el sábado ante los un día irreductibles galos. No sabe lo que se perdió. Claro, como es eslovaco...

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    1. ¡Vivan los eslovacos amodorrados e inconformistas!

      Debe ser cosa de ser del Atleti, a nosotros, como a los eslovacos, nos gusta el fútbol de emoción....

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  4. Aquí otro eslovaco, no estás solo.

    Este invento del futbol sin delantero, tener la posesión por tenerla, despreciar cosas tan mundanas como chutar o dios no lo quiera, marcar un gol! Pa qué!?.

    Un catenaccio con balón, a kilometros de lo que un día fue la selección.

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  5. ¡Eslovaquía en el corazón!

    Se podría acuñar un nuevo término, el cansinismo, para denominar a esta corriente estética...

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  6. Un periódico extranjero definió perfectamente el juego de la selección: Tiki-takanaccio. Gran término.

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  7. ¿Podría ser incluso el triki-triki? Ya veo a Del Bosque caracterizado de Chiquilicuatre...ese hombre del renacimiento que fue tan incomprendido..

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  8. Aquí se presenta otro eslovaco...xo yo tengo un problema más...no sé si la selección q he visto era la de fútbol o la d balonmano...mucha bola y poca pólvora...x cierto...se comenta q el señor marqués le ha hecho la cruz a nuestro paisano ese q vive en londres...así q mucho m temo q no llegará a los 100...

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