martes, 28 de septiembre de 2010

Banderita tu eres roja....

Casi sin darnos cuenta, el paisaje de nuestros pueblos y ciudades ha cambiado durante este verano (bueno, yo si me he dado cuenta y por ello vengo a traerlo, ya saben que he sido señalado por la providencia para abrir los ojos a las masas). Pues sí, desde el mes de julio pasado han proliferado en las fachadas de nuestras casas banderas de España. Empezaron siendo pocas, algún optimista que puso la suya antes del partido de Suiza y que con igual velocidad la quitó al ver el batacazo inicial, pero luego su crecimiento fue imparable. Paralelamente a este incremento de banderas, los dependientes de las tiendas chinas del barrio empezaron a vestir mejor e incluso se rumoreaba que se les había visto con nuevos coches de gama alta, cosa que algunos achacaban al efecto tirón en las ventas por la subida del IVA y otros (espectadores de Intereconomía, por lo menos) a la de merchandising que estaba vendiendo el chino como consecuencia de los triunfos de la Roja.
Había banderas de todo tipo: con escudo, sin escudo, con el toro de Osborne, con Don Quijote y Sancho; más tarde se incorporaron banderas de algunas realidades nacionales: asturianas, castellano-manchegas, riojanas; e incluso de realidades más locales: la de la ciudad autónoma de Melilla,  una bandera del Cobeña F.C. y otra del Club de Rugby Hortaleza.
Pues bien, hete aquí que han pasado casi tres meses desde que Iniesta nos diera la alegría y hay algunas de ellas que siguen en las fachadas, sucias, ya raídas, con Don Quijote y Sancho como integrantes de la marcha negra solidarizados con los mineros de la cuenca del Bierzo pidiendo una reconversión urgente del sector del carbón y con el toro de Osborne tomando broncolíticos por el asma estacional que ha desarrollado por el hollín de la parada del  140 en dirección a Pavones que le pilla al lado. Las banderas, además, han admitido otro tipo de inquilinos: migas de manteles sacudidos, restos de picadillo de gazpacho (hoy te has pasado con el ajo Mariano, voy a apartar el pimiento que luego ya sabes las noches que paso).
Estos elementos ornamentales se han venido a sumar a otros ya tradicionales en nuestras fachadas como el Papa Noel o los Reyes Magos colgados de una escala durante ya dos años (cómo pasa el tiempo) porque Mariano no ha tenido a bien quitarlos desde hace dos advientos.
-Mariano, que los tres reyes parecen minorías étnicas- nótese la sensibilidad y tolerancia que muestra Encarna, nuestra protagonista.
-Que les den por saco, si luego los tengo que volver a poner- como pueden comprobar Mariano no está ni mucho menos tan concienciado del problema subsahariano.
-¡Vaya día que llevas, primero el gazpacho y luego los reyes!
Aún así, la enseña nacional se siente una privilegiada porque podría haber acabado peor, esto es colgada de la antena de un Skoda Fabia Combi, ya sin color y utilizada como trapo para limpiar las cagarrutas de palomas torcaces y estorninos de camino a su migración hacia África (vean ustedes como el problema de la inmigración está presente en todos los ámbitos).
En cuanto al Atleti, bien gracias. Después de 5 jornadas se han conseguido 10 puntos y parece que se dispone de margen de mejora, lo que es una gran noticia. Hay señales esperanzadoras, Filipe, Raúl García, Perea, Simao, Diego Costa puede ser un recambio a la guitarra cuando alguno de los dos cantaores no estén y sobre todo Godín. Godín junto a Domínguez forma una pareja de centrales de las que hace muchos años no tenemos costumbre de ver, seguros, rápidos y con arrestos. Vamos,  de esos centrales que uno recuerda casi en blanco y negro, los que templan y mandan en el partido cuanto éste se convierte en una merienda de negros (seguro que alguien aprovecha para tildarme de intolerante).

lunes, 20 de septiembre de 2010

Bricolaje y algo más.

Sin duda ustedes, gente leída e incluso viajada, habrán pasado por la mística experiencia de tener que comprar algún tipo de material para arreglar o fabricar algo en casa. Estas experiencias serán el nexo de unión que nos ayudarán a repasar los tres últimos partidos del Atleti: Bilbao, Salónica y la visita del Barcelona.
Experiencia  1: Nuestro protagonista se ha puesto su mejor chándal de tactel (sí, ese tejido que dependiendo de cómo te da el sol abarca un espectro de colores entre gris y verde y si pasas las uñas por él te da repelús). Como casi cada sábado, nuestro héroe se va a acercar a una de las grandes superficies del bricolaje para seguir comprando todo tipo de material inútil de cara a adecentar la parcela que compró cuando heredó lo de la abuela, que por cierto creo que le ha dejado algo más a la Paqui, tal vez por ser la que más se parecía a ella. En estos megastores del chapuza, simpáticas jovencitas sonrientes te hablan de remaches, pinturas al agua y barnices, y la verdad es que, entre que normalmente nadie sabe realmente lo que se debe comprar y lo que sonríen estas jovencitas, te acabas llevando más de lo que necesitas aunque te vas contento, con esa media sonrisa que se te queda cuando algún otro conductor te pregunta si vas a salir para aparcar en tu sitio y le dices que no te vas, que vas a tardar lo que te de la real gana, faltaría más.
Así, mis queridos amigos fue el partido de Bilbao, fuimos no sabiendo si después de los dos primeros partidos éramos tan grandes como nos decían los aduladores de la corte. La jovencita sonriente era el Bilbao (que no Athletic), que con buena cara y pocos argumentos futbolísticos nos hizo afianzar más el pensamiento de que éramos alternativa.
Experiencia 2: Nuestro protagonista se encamina con su hijo a la papelería del barrio, el niño lleva en la mano una lista que ni la de los Reyes Godos de material para el siguiente trabajo a realizar en la clase de Pretecnología (anteriormente conocida como clase de Plástica,  anteriormente conocida como clase de manualidades). Pues bien, ese padre no llega a entender cómo un niño de 6 años necesita papel cebolla, papel pinocho, láminas de contrachapado, alkyl, betún de judea y goma arábiga (de hecho estas dos últimas peticiones le desasosiegan más de la cuenta al pensar que su Paquito haya podido ver en internet cómo se fabrica una bomba, que a eso suena, oiga). Mientras tanto, el tendero (normalmente un individuo sospechoso con gafas de culo de vaso y pelo ralo peinado hacia atrás) se frota las manos y piensa en qué bien empleados están los mil euros mensuales con los que unta a la profesora de Pretecnología, sí, esa que antes daba francés pero que fue cambiada de asignatura por el consejo escolar después de que varias madres representativas de la APA protestaran alegando que poner la boca así para hablar un idioma era un poco de puta.
Sirva este ejemplo para ilustrar el primer partido de la EuropaLig, los jugadores, mayoritariamente suplentes, que el primo de Rosario puso en liza en el infierno heleno no se enteraron desde el inicio de partido de qué iba la película. Pensaron que, si la estrella del equipo contrario se llama Javito, vamos a ganar con la gorra, pero lo que no sabían es que Javito se entiende desde hace tiempo con la profesora de Plastica (o como sea en griego), que al final va a ser verdad que era un poco puta.
Experiencia 3: Por esta hemos pasado todos, me juego lo que quieran, la idea es que nos encaminamos nerviosos (más adelante verán por qué) a la ferretería de nuestro barrio con la intención de comprar dos alcayatas para colgar un cuadro y una fotografía de nuestro ahijado. Nada más entrar comienzan los peligros, esquivamos las sartenes de teflón que amenazan con golpearnos la cabeza, evitamos por los pelos los botes de silicona hidrogenada que casi se nos clavan en la rótula y alcanzamos el mostrador con la misma sensación que debía tener Harrison Ford cuando salía del templo maya con el ídolo en el saco después de la carrera de la piedra. En este punto, nos recibe un dependiente con varios piercings en la cara y tatuajes asomando por el polo corporativo, estos empleados por lo general atienden a nombres tan sugerentes y poéticos como el Rúben o el Isma (sí, con los acentos donde los ven) y se produce siempre esta recurrente escena:
-Buenas, querría dos alcayatas.
-¿De pala o de espiguilla?
-Bueno, es para colgar un cuadro y una foto.
-¡Ah! (mirada de suficiencia), entonces de pala. ¿Qué taco va a poner, expansivo o de penetración?
-Pues no sé, ¿tú cuál me recomiendas?
-Eso depende de usted, con pared de aglomerado funciona mejor el de penetración pero en vigas maestras debe poner expansivo.
-Vale, entonces dame cinco de cada uno por si acaso.
-Tiene que tener cuidado a la hora de fijarlo, porque las alcayatas de pala con taco expansivo necesitan llave Allen de rosca 9mm, ahora bien si son de taco de penetración tiene que echar masilla de contacto auto ignífuga para limpiar la cavidad y fijar con tuerca hembra .
-Mira, dame cinco de cada cosa, me lo llevo todo.
Así, queridos lectores, se siente un equipo cuando después de dos partidos que no han ido mal, se siente con capacidad para discutirle al Barça el dominio del balón. El Barcelona es al futbol lo que el Isma a la ferretería, lo sabe todo y tú desgraciadamente sabes poco. Al final pasa lo que pasa, el equipo que sabe de tuercas, tornillos y punzones suele ganar, a pesar de que el ilusionado comprador intenta adquirir (o descargarse, que hay gente para todo) varios capítulos de la tercera temporada de Bricomanía (esa en la que con palos de polo hacían un reactor nuclear).
Aun así, el equipo dio la cara y hay jugadores que ilusionan (posiblemente en la misma medida que otros preocupan o defraudan). En el primer grupo podemos citar a De Gea, impresionante,  o a Raúl García, que empieza a mostrar lo que prometía cuando vino. Sobre los del segundo grupo no daré ejemplos, son seguro los mismos que ustedes piensan pero creo que debemos dar un margen de confianza antes de lanzar nuestros afilados dardos.
PD: Llevo varias horas asistiendo preocupado al juicio sumarísimo a Ujfalusi por la entrada a Messi y me pregunto por qué no asistimos la semana pasada a un juicio similar a Gurpegi por la entrada a Kun, a pesar de que ésta me parece más dura que la del checo.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Este niño es muy raro

Queridos lectores, a estas alturas del viaje ya empezarán a conocer mi afición por los flashbacks, sí, pues hoy les ofrezco otro. En este caso les pido que se retrotraigan a los primeros años 70, años de descubrimiento y cuasi destape. Años de Seat 124, de viajes interminables por la posteriormente bautizada como la A-4 en los que a la altura de Aranjuez se oía por primera vez desde el asiento trasero:


-Papá, ¿Cuánto queda?
-Todavía un rato, empezad a contar cuántos coches de cada color pasan.

Media hora después, la primera estimación ofrecía el siguiente recuento: 13 rojos, 10 verdes y 25 blancos, combinados con dos Simca 1000 de un naranja discutible y un azul alabardero que vestía un Renault 12 (Nótese cómo han cambiado los colores de los coches en 30 años, ahora son Verde planeta, Gris Technical o Azul Mica).

Pues bien, nos remontamos a una casa en las afueras de alguna ciudad en la que se prepara la celebración del cumpleaños del niño Quique, el papá de Enriquín es futbolista (aunque no muy bueno) y su madre es artista, igual que la tía Lola. Precisamente, mamá y la Tita acaban de volver de Argentina, tierra en la que a mamá aprecian mucho, no como en España donde la tildan de segundona (nótese también que la mamá de nuestro protagonista es un poco como Riquelme, aquí no ha jugado a nada, en Argentina es uno de los grandes).

Unas horas antes de la celebración, nuestro protagonista se encuentra jugando en su habitación, agachado con sus chapas de Bitter Kas con las que imagina que es entrenador de fútbol. El sistema que propone en el juego es el de moda en ese momento, el 3-2-5 (bueno, no en todos los equipos, hay unos melenudos hippies de Ámsterdam que juegan de otra manera, pero qué se va a esperar de ellos, los holandeses pueden fumar porros y abogan por el amor libre).

-Quique, ven aquí que ya ha llegado toda la familia- dice su madre.

El caso es que, el homenajeado no se siente a gusto en la fiesta, siempre le pasa lo mismo, en toda las celebraciones la Tía Lola empieza a destapar su arte, su prima Rosario baila enseñando el ombligo y su tío (inventor, o eso dicen, de la rumba catalana) y su primo Antonio rasguean la guitarra como en trance. También está la prima Lolita, claro, pero ella es peor aún, desde que estrenó la adolescencia no para de tararear:

-Amoooooooooooor, Amoooooooooooor, Amoooooooooooor.

Quique aprovecha una distracción en la improvisada zambra, para volver a escaparse a su habitación donde sigue jugando con sus chapas, hasta que la Tía Lola entra en la habitación para despedirse, pisoteando y desordenando sin miramientos su juego favorito con sus altísimos tacones. Él, desolado, oye como desde fuera su tía le dice a su madre:

-Carmen, este niño es muy raro.

Pero se da cuenta de que su tía, a base de patadas ha cambiado las chapas de sitio y ahora están dispuestas en un 4-4-2 con carrileros largos, dos mediocentros y dos extremos abiertos. Quique empieza a mirar extrañado y se pregunta si se podrá jugar al fútbol así….

Este flashback que acaban de tener ustedes es exactamente el mismo que el entrenador del glorioso Atlético de Madrid tuvo el jueves 26 de agosto en la habitación de su hotel de Montecarlo. A la mañana siguiente, anunció a sus jugadores que Domínguez iba a jugar de lateral para tapar a Maicon, que Simao volvería a ser titular y que, en definitiva, iban a jugar un poco distinto a lo que la moda de la época dicta para los equipos grandes.

El resto, ya lo conocen ustedes…